«Llevo conviviendo con el dolor la mitad de mi vida». Comparto aquí la respuesta a aúna consulta del servicio APOL de la Fund. Eduard Punset. Una persona que convive con dolor crónico desde hace varios años y pregunta cómo encontrar las ganas de vivir.
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Soy una chica de 30 años que desde los 13 ha tenido problemas de riñón. Me han sometido a numerosas operaciones, muy dolorosas e incómodas que me han dejado meses tirada en la cama. Actualmente llevo un negocio, y los problemas de piedras/cólicos en el riñón son mensuales, es muy complicado llevarlo de forma natural. Son dolores que sólo se solucionan yendo a urgencias inyectándome calmantes en vena. Mi calidad de vida es muy baja. He probado muchos tratamientos médicos. Ahora he logrado contactar con un urólogo prestigioso, si da con la tecla, podría operarme y quitarme el problema, pero estaría nuevamente postrada en la cama con una sonda y sin poder ejercer en mi negocio. No puedo contratar a nadie que me sustituya porque resulta carísimo siendo autónoma. Además sigo una dieta especial, con miedo y no disfruto con la comida. Estoy agotada de vivir así.
Respuesta:
Entendemos tu agotamiento vital, parece que la vida debería ser algo más sencilla a veces, y es injusto cuando ves al lado a alguien que se queja por nimiedades, cuando día a día tu sentirás que tienes una batalla diaria. Pero tu tipo de vida te ha hecho fuerte, muy fuerte, frente a los problemas, y eso es algo que te beneficiará… En realidad ya te está beneficiando.
Queremos felicitarte por no abandonar tu negocio, ni tus tratamientos, por seguir cuidándote y además querer mejorar en vez de tirar la toalla. Convivir con el dolor es muy duro, agotador, y tú lo haces todos los días. Reseñar aquí que, tras probar varios tratamientos, podrías valorar para el área del dolor otros tratamientos alternativos. Algunas Unidades del Dolor de hospitales españoles utilizan la acupuntura como método eficaz y sencillo con buenos resultados. Otros métodos como la relajación y la respiración pueden ayudarte con la percepción del sufrimiento.
Al igual que en el tratamiento del riñón sigues buscando alternativas, aunque te supongan abandonar tu negocio y estar en cama, porque apuestas por una mejoría a medio-largo plazo. Todos las metas suponen un esfuerzo o sacrificio. Parece que pese a tus problemas hay una buena adaptación al mundo laboral, pero no sabemos cómo es en otras áreas. Según un estudio sobre la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas, como insuficiencia renal, cáncer o VIH, se demuestra que aquellos pacientes con uso factores psico-sociales más positivos la calidad de vida es mayor. Es decir, si con este problema te esfuerzas por intentar trabajar, tienes un grupo de amigos o familia que te apoya y sientes que la medicina intenta hacer algo por ti, tu percepción sobre tu vida será más positiva. Y por tanto, lucharas más por tu enfermedad.
Por último, si no lo has hecho ya, animarte a que contactes con alguna asociación relacionada con tu dolencia. Allí los pacientes suelen encontrar apoyo, y recursos para enfrentar mejor la situación. Además de conocer gente que te comprende perfectamente y te puede reconfortar.