- Voy a mirar la hora….y saco el móvil y me pongo a mirar otra cosa, lo guardo…¿y qué hora era?
- Estoy esperando el autobús, hay cola, me coloco en la fila…y como reflejo saco el móvil.
- Me pongo con una tarea en el escritorio…y acabo mirando el móvil!
¿A quién no le ha pasado esto? Lo que parece un acto impulsivo e inofensivo puede convertirse en una mala costumbre incluso en algo obsesivo. En psicología ya se trabaja la nomofobia, el miedo a salir de casa sin el móvil encima.
Para saber un poco más recomiendo este artículo: El coste cognitivo de la tecnología http://www.bbc.com/mundo/noticias-36718199