Cuando trabajando en consulta abordamos cambios laborales o académicos, me gusta plantear este ejercicio… “Vamos a buscar tu ikigai”. Y los pacientes me miran raro.
Ikigai, es un concepto japonés que se suele entender como “tu razón de ser”, pero yo le añado un poco de sal, porque he comprobado que también tiene que ver con la esencia de la persona.
Invito al paciente a llevarse a casa unas columnas a rellenar con calma: qué me gusta hacer, qué se me da bien, y qué conocimientos me interesan. Y cuando nos volvemos a ver siempre descubrimos vocaciones útiles que ayudan al paciente a avanzar. Fortaleciendo su esencia y autoestima en el proceso educativo o laboral, ¡que al fin y al cabo pasamos unas cuantas horas al día en ello!
Ejercicios de coaching y crecimiento personal que ayudan a desatascar problemas en una o dos sesiones. Y de paso, derribamos el tabú de que para asistir al psicólogo hay que estar “tarumba” y el proceso va “a durar años”. En la psicología ayudamos a crecer a veces solo en un or de sesiones.
Y tú… ¿has hecho la prueba? No solo ayuda en lo vocacional, también a deshacer crisis existenciales, descubrir hobbies…