Ese es el título de un reciente informe de la APA ( Asoc. Americana Psicología). Alertados por el alto índice de violencia psicológica y verbal en las parejas la APA ha creado una guía para aclarar ideas, identificar errores y pedir ayuda al respecto.
Hace unas semanas una nueva paciente acudía a mi consulta de psicología pidiendo ayuda por sus conductas abusivas y violentas en pareja, ella es la agresora. A la vez que le daba el alta a otra mujer recuperada, víctima de violencia de género.
Más allá de quién agrede a quien, la violencia en la pareja es inadmisible. Empezando por las faltas de respeto y las humillaciones, pasando por indultos y acabando en bofetadas.
«Si no hay respeto, no hay amor» es una de las frases repetidas en la guía con la que estoy totalmente de acuerdo. Fuera las ideas de película o drama de que los celos significan amor, o que en las relaciones intensas son las más sufridas. Patrañas.
Y añado otra frase que mis pacientes siempre escuchan, de la experiencia personal y profesional: «Las relaciones deben ser fáciles». Ya se encarga la vida de darnos situaciones complicadas o dolorosas, como para que nuestro compañer@ la complique más.
Hay que reflejar otro matiz… Qué dice de mí que tolere ciertas situaciones de humillación ?? Qué dice de mí que fuerce discusiones o levante la mano?? … Muchas cosas, pero ninguna relacionada con el amor, sino con la autoestima y con el miedo a estar solo, normalmente.
Reflexionemos sobre el hecho de que con más avances tecnológicos e informativos que nunca, hemos retrocedido en valores y en respeto hacia algunas de las cosas que más queremos. La pareja, nuestr@ compañer@ de viaje.
Las ideas mal-aprendidas sobre la pareja, las conductas violentas, la falta de control de impulsos, la autoestima, la tendencia a la culpa y a la humillación… todo ello son características que se pueden trabajar y cambiar con ayuda. Es muy importante darse cuenta de que estás metido en ello, y dar los pasos para mejorar. Por uno mismo, y por el futuro de nuestra sociedad.